Con el mundo entre los dedos

martes, 15 de mayo de 2007

Retorno infantil

¿ Cómo conseguir que el aliento no zozobre ni se extienda sobre él una red acompasada que lo obligue a caminar por los rieles de la respiración?

¿Cómo preguntar tu nombre sin que suene ambicioso, sin que en dos palabras me entregues parte de tu esencia?

¿Cómo sonreir sin que descubras en mis labios las palabras que mis ojos dibujan sin cesar, dejándome expuesta a los caprichos del viento?

No lo sé, pero me encanta ensayar respuestas sobre nuestras mentes abiertas.