Con el mundo entre los dedos

martes, 20 de junio de 2006

Ideas suspendidas...

Creo que he dejado de pensar y por un instante he abandonado mi típica postura digna de Rodin.

Mentira; bien sabes que no puedo dejar de hacerlo, pero qué más da... el sólo hecho de que las ideas no se nublen ni se desencuentren, no me agobien ni perturben basta para sentir que me han abandonado por un instante y me dejan disfrutar su ausencia y la libertad exquisita que me embarga cuando no están; cuando no estás a mi lado, sino en el cuarto contiguo.

Creo que he vuelto a "respirar", pero no con esas inhalaciones cortas, necesarias, de ésas que sólo sirven para renovar el oxígeno y desechar el CO2. No. Hoy respiro vientos, hoy respiro a bocaradas, hoy respiro con todos mis sentidos, con todo mi cuerpo conjugado en esa acción. Hoy respiro libertad; hoy respiro y me elevo...

Y se cuelan por mi piel la arena y sus dudas, las hojas y sus reveses, la nieve y sus cuestionamientos; pero mi mente escapa ágilmente a todos los artilugios naturales y me quedo extasiada frente a mi carencia de razonamientos y a la voluptuosidad con que tus labios encienden mis besos y se van (cual marinero nerudiano).

Y ahora mi mundo no es más que sentir, percibirme, ser feliz.